Sinceramente no se como empezar a escribir esto, ya que si no
fuera una tarea de la universidad ni siquiera se me hubiera ocurrido hacerlo.
Acudi a una escritora penonomeña que conozco para pedirle ayuda
y me dio la mejor ayuda que me pudieran dar, me dijo: escribe sobre tu hijo!!
Despues de mucho pensar decidi hacerlo, ya que en este momento
de mi vida, el y su papá, son mis tesoros mas preciados.
Como toda madre enamorada de su hijo no se como empezar: es que
Javier Eduardo (asi se llama mi tesorito) cada dia me sorprende mas! Parece
mentira que ya hayan pasado un año y 16 dias (se nota que no los cuento
verdad?) desde que nacio, porque no fue sino hasta el tercer dia que lo pude
ver por primera vez. Cuando vi su carita tan tierna, su manitas tan pequeñas y
su cuerpecito tan fragil fue que senti que desde ese momento alguien dependia
de mi.
Mentira es si les digo que no tuvimos miedo en aquel momento al
pensar en si nosotros podriamos con semejante reto, pero asi como Javier
Eduardo cada dia aprende algo nuevo, tambien nos ha enseñado muchas cosas que
jamas se cruzaron por nuestra mente.
En lo personal, aprendi que
un ser tan pequeño, te puede dar felicidad en un mal dia con solo mirarte y
sonreirte inocentemente. Aprendi a pasar de la rabia e impotencia a la
tranquilidad en cuestion de segundos solo con que mi niño me extendiera los
brazos pidiendo por mi. Y asi cada dia es una nueva aventura para los tres como
familia.
Finalmente (para no empalagarlos con mi dulzura hacia mi bebé y
mi esposo), les digo que no podria describir con palabras el inmenso amor que
le tengo a los dos, solo le pido a Dios todos los dias para que nos llene de
bendiciones enormemente y me de la vida suficiente para poder ver a mi hijo
convertirse en un hombre de bien.